Esta en realidad es la última que sacamos, ya estábamos en la puerta, más bien para salir que para entrar. Pero con mucha alegría, no sólo por estar allí, sino porque estábamos todos juntos, deslumbrados por ese lugar que alberga enorme parte de la historia de la radio y de tantos que han forjado nuestro amor por ella.
Pobres Ailín y Alfonsina, les ha tocado ser minoría en ese grupo de muchachos. Han sabido sobrellevarlo, y se han hecho amigos. Uno de los logros más importantes del taller es justamente ese: el excelente grupo humano que se ha formado.
La gente de seguridad se impacientaba... dudaron de nuestra intención de irnos.
Y bueno, tanto hacer ¨pasillo¨, ganamos por permanencia: la foto con esta leyenda viva de la radio: Héctor Larrea.
Otro de los próceres que siempre escuchamos en el taller: Omar Cerasuolo.
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